La creciente producción normativa y su creciente complejidad ha puesto más de una vez en riesgo a las compañías, y más desde la modificación de la Ley Orgánica del Código Penal que introdujo nuevos aspectos de Derecho Penal. Todo eso supone que con el nuevo ordenamiento, las penas se pueden imponer también a la empresa si un empleado comete un delito por no haber estado sometido al correspondiente control de los empresarios.
Estamos hablando de una nueva profesión ya que hace unos años la normativa en el mundo empresarial no era tan compleja pero esto desde hace unos años, esto ha cambiado mucho... Además del código civil y de comercio, las empresa deben tener en cuenta también la normativa en relación a las nuevas tecnologías, la normativa en relación a las nuevas tecnologías, las normas tributarias de cada país en el que operas, las bases de datos… y si a todo esto le sumas la gravedad de las sanciones impuestas, pues más vale que estés bien asesorado. Y es aquí donde entra la figura del Compliance Officer
Después de los numerosos escándalos contables y financieros en los últimos años en las empresas, se han multiplicado el número de regulaciones nacionales e internacionales orientadas a garantizar el correcto cumplimiento de la ley y la transparencia. Hoy ser el administrador de una empresa es una profesión de riesgo, y por eso ningún administrador quiere jugarse el pellejo a incumplir una normativa por la acción concreta de un empleado o por el desconocimiento de la existencia de una norma específica en un país. Por eso, cada vez más empresas contratan un Compliance Officer que se preocupe del cumplimiento normativo de la empresa. Pero no es sólo eso, actuar de un modo ético y transparente; gestionar el negocio responsablemente controlar que sus proveedores y subcontratas también lo hagan y se ha convertido un valor estratégico para muchas empresas. De ahí a que cobre cada día más sentido el papel de un Compliance Officer
Compliance Officer, ese nuevo perfil
Por todo lo citado emerge con fuerza la figura del Compliance Officer o persona responsable de la supervisar y gestionar todas las cuestiones relacionadas con el cumplimiento normativo. Sus principales funciones son la identificación de riesgos, determinar medidas preventivas y correctivas analizar cambios estatutarios y reguladores, e impartir formación a directivos y empleados para que conozcan y apliquen estas normas y revisar periódicamente la actualización de los procedimientos.
No estamos hablando precisamente de una cuestión ni de una figura sin importancia. Contar con un compliance Officer nos puede ahorrar más de una lágrima
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