Durante muchos años era bien conocido que había una oferta limitada en la venta de vehículos de motor de todo tipo, especialmente de coches de gama media y alta. Determinadas marcas bien valoradas, no ofrecían la posibilidad de comprar todos los modelos que si ofertaban en un determinado país, por lo que si queríamos un determinado coche con ciertas características, teníamos que ir a ese país en concreto a gestionar toda la documentación necesaria para traernos ese modelo.
Lo que en esa época era algo puntual y que solía hacerse por uno mismo, hoy en día ha evolucionado hasta aparecer una serie de negocios o franquicias que ofrecen el servicio de la importación y la exportación de todo tipo de coches y vehículos en general. Normalmente estas empresas o particulares ofrecen sus servicios en origen. Es decir, si por ejemplo queremos un determinado modelo de una marca alemana de coches como Audi o Mercedes, ellos se encargan de gestionar la documentación, el cambio de titular, las tasas y la nueva matriculación ya con nuestra matricula de nuestro país.
Podemos decir que es un servicio completo de puesta de coche en nuestra casa, donde no es necesario ni el desplazarnos a ese país, ya que ellos mismos se encargan de comprobar el estado en que se encuentra el vehículo, comprobar que tienen los kilómetros que dice tener el cuenta kilómetros, así como liquidar las gestiones pertinentes por parte de las administraciones y gestoras que forman parte de este proceso.
El coste de la importación de un coche desde un país extranjero de nuestro entorno, a parte del precio en si del vehículo, suele ser muy relativo, ya que entran en juego una serie de factores que dependen del estado del coche. Sin embargo podemos decir que suelen estar entorno a los mil y dos mil euros, contando con los gastos completos de gestión e importación hasta nuestra casa del modelo en concreto.
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