Una de las mayores preocupaciones a las que tiene que hacer frente un empresario, es la de sacar el mayor provecho económico y beneficio a un determinado negocio. El saber manejar el capital inicial y compaginar adecuadamente los gastos con los ingresos generados, son aspectos que en muchas ocasiones ponen a prueba al emprendedor, siendo en ocasiones el detonante que puede significar el que se continúe o no con el negocio.
El saber cuando comienza a dar beneficios una franquicia o negocio ,o al menos estimar cuando se puede empezar a dislumbrar los primeros brotes de bonanza, es algo que en muchas ocasiones parece realmente difícil, pero que sin duda alguna marca la diferencia entre el éxito y el fracaso de una determinada idea y de una manera de llevar a buen puerto una aventura empresarial a medio o largo plazo.
Aunque dependen muchos factores a la hora de estimar los plazos en que una empresa o negocio comienza a dar resultados positivos, se puede estimar que en el caso de las franquicias, se establece a partir de los primeros seis meses iniciales, que es donde se supone que el negocio franquiciado ha alcanzado ya la fase de madurez a niveles de notoriedad y de conocimiento del producto, siendo a partir de esos meses cuando ya se cree que la balanza se inclina hacia uno u otro lado.
Es a partir del sexto mes, cuando se ve realmente si un negocio tiene viabilidad o no en un determinado lugar, ya que en el caso de las franquicias, se puede decir que parten con ventaja con respecto a otro tipo de negocios, ya que se se les supone que estas gozan de ventaja de que el apartado de marca y comunicación hacia los posibles futuros clientes ya esta ganado de antemano, por lo que es una fase que si bien se presupone ganada, es convierte saber afianzarla en el futuro.
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